XAVIER CONESA LAPENA PSICÒLEG .
Reflexions i engoixes existencials en temps de COVID19 www.psicologosmollet.com
MOLLET DEL VALLÈS
XAVIER CONESA LAPENA PSICÒLEG .
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MOLLET DEL VALLÈS
La importancia del contexto como un importante factor en los problemas de adicción. El contexto como variable ha sido apoyada por más de cuarenta años de investigación. Sin embargo, su poder explicativo y predictivo ha sido olvidado en un mundo que concibe al problema de la adicción sólo desde las características químicas de las sustancias o de los efectos cerebrales de las drogas. Lo cual es un grave error, debido a que ninguno de los dos modelos mencionados puede explicar por sí solos que llevó a una persona a desarrollar la adicción y que acciones se pueden hacer para prevenirla.
La necesidad de la evaluación de la adicción desde el modelo bioconductual:
Pese a los intentos de algunos teóricos por crear representaciones ciertamente novelescas, como aquella metáfora que cuenta cómo las sustancias psicoactivas secuestran el circuito de recompensa del cerebro (Flores y Fernández, 2011; Becoña y Cortés, 2011), nosotros proponemos realizar una mirada integral al fenómeno de la adicción basada en el modelo biopsicosocial o bioconductual (Secades-Villa, García-Rodríguez, Fernández-Hermida y Carballo, 2007), aun a sabiendas de que para establecer el peso de cada uno de los factores propuestos, la generalidad no sirve. La única forma de poder explicar el mantenimiento de una conducta adictiva es atendiendo al caso del sujeto particular y las circunstancias históricas, contextuales y culturales que rodean su consumo de drogas. De otra forma, caeríamos en un reduccionismo poco útil para explicar un fenómeno complejo.
El efecto del contexto en el desarrollo de las adicciones basado en las investigaciones de Bruce Alexander y su Park Rats:
Sin embargo, el profesor emérito de la Universidad de Vancouver Bruce Alexander, fue el primero en señalar que el ambiente o entorno en el que se realizaban estos experimentos con drogas y animales, importaban y mucho (1978, 1981, 1982).” Por cuestiones de espacio no profundizaremos en la serie de los experimentos que realizó entre 1978 y 1982 y que se han conocido como el Rats Park, pero en ellos Alexander y sus colabodores proporcionaban a las ratas un ambiente sumamente enriquecido de estimulación (ruedas para jugar, camadas de crías, otras ratas, un amplio espacio en el que moverse, etc.) a la vez que, a modo de resumen, les daban a elegir entre la auto-administración de morfina y agua.
Alexander (1978) hipotetizó que la disponibilidad de estimulación apetitiva y reforzante reducía el interés de las ratas por la morfina. ¿Podríamos extrapolar esta explicación al caso humano y a la relación entre determinados contextos empobrecidos y consumo problemático de drogas? Posiblemente sí.
La dismorfia corporal (también conocida como dismorfofobia o trastorno dismórfico corporal) se expresa, en términos generales, como el rechazo explícito a un atributo concreto (o a varios) del cuerpo.
Supone una distorsión en el proceso de autopercepción, que magnifica un pequeño defecto (inapreciable a los ojos de los demás) o que directamente lo identifica donde no está. En lo sucesivo exploraremos cada uno de sus síntomas fundamentales.
Es un trastorno relacionado con la percepción que una persona tiene de su propia imagen física. En algunos casos, estas personas se sienten acomplejadas por algún defecto físico que, aún siendo real, ellas magnifican de forma desmesurada.
Las grandes protagonistas de redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter o Snapchat, son las fotos, y más ahora en verano. “Selfies” e imágenes de famosos y famosas nos reiteran una y otra vez un supuesto modelo de “cuerpo perfecto”. Es normal que todas y todos al mirarnos al espejo y recordar estos modelos de belleza, nos hagamos preguntas como: ¿Tengo el pecho demasiado pequeño? ¿Mi nariz es demasiado grande? ¿Están tan marcados mis pectorales? ¿Tengo el vientre suficientemente plano?… Hacerse preguntas de este estilo puede ser normal, pero para algunas personas estas preguntas son la expresión de una preocupación excesiva, y las respuestas siempre apuntan en la misma dirección: ven en el espejo defectos, deformidades y carencias. Estas personas pueden padecer un Trastorno Dismórfico Corporal, también denominado con términos como Dismorfia Corporal, Dismorfofobia, Síndrome de la Distorsión de la Imagen o más comúnmente Síndrome del Espejo.
La psicología jurídica es una rama o especialidad de la psicología, y como tal es una disciplina aplicada, que trata de aplicar los conocimientos y técnicas básicas y experimientales propias de la psicología al estudio de la conducta humana en sus diferentes facetas dentro del ámbito legal, en sus diferentes contextos (tribunales, penitenciaría o asistencia víctimas, entre otros).
El psicólogo no siempre da la razón a delicuente sino que es objetivo, ya que su labor es ayudar a que la justicia distinga “a un loco de un cuerdo de un transtornado parcial”.
La Psicología Judicial es una especialidad de la Psicología que, basada en los conocimientos de la Psicología Social, la Psicología de la Personalidad y Clínica y la Psicología de los Procesos Básicos, comprende el estudio, explicación, promoción, evaluación, prevención y en su caso, asesoramiento y/o tratamiento de aquellos fenómenos psicológicos, conductuales y relacionales que inciden en el comportamiento legal de las personas.
Y como tal es una disciplina aplicada, que trata de aplicar los conocimientos y técnicas básicas y experimentales propias de la psicología científica al estudio de la conducta humana en sus diferentes facetas dentro del ámbito legal y niveles de estudio e intervención.
El Psicólogo Jurídico (también llamado Psicólogo Forense o psicología del derecho, aunque más restringida esta acepción a su actuación en el foro de la Sala de Justicia) actúa en todos aquellos casos en los que hace falta la evaluación psicológica en un proceso judicial o la intervención en los Servicios dependientes de Justicia.
Lo que se pretende en todo momento es dotar al proceso judicial de los principios, técnicas e instrumentos propios de la Psicología Científica que permitan una valoración más objetiva de la conducta humana y que ayuden al juez a dictar sentencia más personalizadas y/o negociar cualquier tipo de acción legal, teniendo en cuenta aspectos que de otra manera no tendrían cabida en un proceso legal, como los emocionales, afectivos, conductuales y relacionales que inciden en el comportamiento legal de las personas.
–Asesor del juez, actuando como perito
El psicólogo perito es un técnico que debe realizar un informe pericial-psicológico (enlace a Informes PERICIALES psicológicos) en el que emite su juicio profesional acerca del objeto de la pericia, con un alto grado de validez y fiabilidad.
–Asesor del particular interesado o del abogado
–Colaborador con el abogado. Asesoramiento a profesionales del derecho
–Mediador
El psicólogo, desde el ámbito privado puede actuar como asesor del juez (actuando como perito), del abogado que reclama sus servicios y como colaborador del abogado en la resolución del procedimiento familiar en todos los momentos del mismo y con un enfoque interdisciplinar (Bernal y Martín, 1990).
–Elaboración de Informes psicológicos (periciales) para los Juzgados, en las diferentes áreas de intervención
–Diagnosticar y evaluar la existencia de características psicológicas importantes para el sistema jurídico
–Evaluación de la personalidad y estado mental
–Estudio de las capacidades cognitivas y volitivas
–Aplicación de pruebas psicológicas y forenses
–Evaluación de secuelas psíquicas
–Análisis psicológico de medidas judiciales menores
–Preparación y acompañamiento a juicios
–Asistencia a Juicio y ratificación en sala
–Incapacitación y limitación de la capacidad de obrar
–Violencia de género (agresores y víctimas)
El dolor se acompaña, con mucha frecuencia, de una emoción intensa. Ésta es el resultado de su procesamiento perceptivo, en el cual confluye la sensación corporal (correlato fisiológico asociado al daño sobre los tejidos) y su correspondiente cognición (interpretación subjetiva).
Como surge y quien lo interpreta
De camino a un encuentro, tropiezo con uno de los escalones y caigo de bruces al suelo… al instante, mi rodilla golpeada contra el duro pavimento de la calzada, comienza a dolerme intensamente. La rodilla me duele, pero… ¿es ahí donde se produce el dolor? La respuesta es no. Uno de los errores básicos, desbancados actualmente por la ciencia pero aún instalados en la cultura popular, es creer que el dolor se genera en los tejidos donde se ha producido la amenaza o la agresión, como si hubiera unos receptores de dolor desperdigados por todo el cuerpo que segregaran mi dolor en la zona golpeada contra la acera.
En realidad el dolor surge del cerebro. Recibe las señales que le llegan en décimas de segundo, las interpreta y genera el dolor.
El cerebro puede «sentir» el dolor de varias maneras, con mayor o menor intensidad, incluso si el estímulo corporal se mantiene constante.
La rumiación es un proceso cognitivo en el que se observa la irrupción de un pensamiento recurrente, generalmente de contenido adverso. Consume muchos de los recursos atencionales disponibles, por lo que atenúa la orientación hacia la experiencia directa del momento presente.
Traducción Mindfulness = Atención plena
A través del Mindfulness nos distanciamos de la experiencia secundaria, que obedece a la interpretación y juicio constante que hacemos de la realidad, para acercarnos a la primaria. Esta última conecta con la esencia misma de las cosas, tal y como ocurren en el momento presente.
El objetivo es lograr un profundo estado de conciencia durante la sesión, y se usan varias técnicas concretas para alcanzarlo. Perseguimos conseguir que nuestra conciencia se relaje y no elabore juicios de nuestras sensaciones, sentimientos o pensamientos. Saber qué acontece en nuestro fuero interno en cada instante a través de la gestión de los procesos atencionales.
El Mindfulness consigue separar la persona de sus pensamientos para poder reconocerlos y poner en duda los patrones mentales, otorgando un gran peso al aquí y el ahora mediante una atención total al momento presente.
Mindfulness se denomina, en psicología, la concentración mental plena que puede alcanzar una persona. La palabra mindfulness proviene del inglés y significa, literalmente, ‘estado mental‘, pero podemos traducirla al español como ‘conciencia plena‘ o ‘atención plena‘.
El Síndrome de Proscuto describe a aquellos que, al sentirse desbordados por el talento de los demás (compañeros de trabajo e incluso miembros de su propia familia), articulan una conducta que persigue el menosprecio y degradación de sus méritos. Suelen vivir en la mediocridad.
Cuando hablamos del Síndrome de Procusto hablamos de la incapacidad para reconocer como válidas ideas de otros, el miedo a ser superado profesional o personalmente por otros, la envidia…
El Procusto está dominado por el miedo a perder su poder. Esto le genera una baja autoestima. En definitiva, un cóctel difícil de asimilar que origina toda la conducta por MAL pensar. (*)
Y si alguna vez has actuado como un Procusto (no te sientas mal por ello… es más común de lo que parece)… eres tú quien tiene su desarrollo profesional y personal frente a ti, pero no lo estás aprovechando debido precisamente a tu síndrome, tan limitante como limitador.
(*) MAL pensar: «creo que controlando a los demás y estancándoles, voy a conseguir mantener mi poder y mi estatus, ya que esto es lo único que importa«.